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Programa Fiestas de San Pedro de Zubillaga 2019 en Oñati
OÑATI
LUGAR. Oñati
FECHA. Desde el 28 de junio de 2019
al 30 de junio de 2019
HORA. 
Programa de las actividades organizadas en torno a las fiestas de San Pedro del barrio Zubillaga de Oñati.
PROGRAMA:
28 de junio, viernes:
  • 19:00: Txupinazo y Bajada del Jabalí "Pello".
  • 19:30: Barbacoa popular en el frontón.
  • Entre tanto: Concierto DOMEKETARROK.
  • A continuación: Campeonato de Toka (+16).
  • 22:00: Noche de humor.
29 de junio, sábado. San Pedro Eguna:
  • 11:30: Parque infantil en el frontón.
  • 12:00: Misa de San Pedro.
  • 13:00: Campeonato Toka Infantil.
  • 16:30: Parque infantil en el frontón.
  • 17:00: Campeonato Mus en la sociedad.
  • 19:30: Diskofesta con el grupo Gauargi.
  • Entre tanto: Concurso de disfrazes (inscripción).
  • 22:00: Continuación Diskofesta.
  • 23:00: Entrega premios concurso disfraces y a continuación Hogueras.
30 de junio, domingo:
  • 11:00: Bienvenida y Misa.
  • 11:45: Lunch para las personas Jubiladas del barrio.
  • 12:45: Dantzaris y sorteo para las personas Jubiladas del barrio.
  • 13:15: Finales campeonato de Pelota del Aloña Mendi.
  • 17:00: Txorimalos y música.
  • 17:30: Carrera de cintas.
  • 18:30: Chocolatada y txorimalos.
  • 19:00: Show de humor de la mano de BOCABEATS (monólogos).
  • 21:00: Despedida a "Pello" el Jabalí.
Organizan: Jai Batzordea eta Auzoko Junta

miércoles

Que ver en San Sebastian-Donostia

Que ver en San Sebastian Capital del veraneo cosmopolita

Reconstruida durante el siglo XIX a inspiración francesa, la Bella Easo se convirtió a principios del siglo XX en uno de los principales destinos turísticos de Europa. Actualmente es una de las ciudades con un panorama festivo, gastronómico y cultural más atractivo de España. A continuación, descubre la historia y los lugares que ver en San Sebastián-Donostia.

Que ver en el Santuario de Loyola – Loiola

Que ver en el Santuario de Loyola. El mayor relicario de España

Situado en el término municipal de Azpeitia y erigido en torno a la casa torre natal de San Ignacio, el Santuario de Loyola es un extraordinario monumento y en uno de los principales centros de peregrinación de España.  Son innumerables las obras de arte y reliquias que ver en el Santuario de Loyola.

Que ver en Azkoitia

Que ver en Azkoitia. Cuna de beldades, 'caballeritos' y pelotaris

Hay quienes discuten la superior belleza de sus mujeres y las cualidades energéticas de sus célebres macarrones, pero nadie puede negar la trascendencia histórica de sus muchos hombres célebres: los Idiaquez, los eruditos caballeritos y sus invencibles pelotaris. Hay mucho fascinante que ver en Azkoitia.

Que ver en Azpeitia

Que ver en Azpeitia. Solar de Íñigo de Loyola

Emplazada en el centro del valle del río Urola y rodeada por un espectacular paraje natural. Es conocida internacionalmente por su cercanía a Loyola, donde en 1491 nació el fundador de la Compañía de Jesús. El viajero tiene que ver en Azpeitia sus fascinantes palacios y su imponente iglesia.

Que ver en Gernika – Lumo

Que ver en Gernika. Árbol de los vascos y símbolo de paz

Gernika – Lumo es una ciudad con una gran carga simbólica por ser sede de las Juntas de Bizkaia, órgano de gobierno del origen medieval. También es un centro de reivindicación de la paz, como memoria de su terrible bombardeo. Además de los atractivos que ver en Gernika es un centro de comunicación desde el que hacer excursiones a los mejores destinos de Bizkaia.



Que ver en Granada / Granada ciudad



Multicultural y abierta

Los mercados, mezquitas y madrasas nazarís fueron adaptados desde el siglo XVI para el uso de una sociedad cristiana. Así, se conformó una pujante y funcional ciudad de notable impronta universitaria, lo que le confiere un ambiente abierto y jovial. Es escogida cada año por miles de estudiantes Erasmus de toda Europa. A continuación, lee la historia y los mejores lugar que ver en Granada.

Oñati



Que ver en Oñati




La Toledo vasca

Este antiguo señorío feudal enclavado en lo más recóndito de las montañas guipuzcoanas fue una de las escasas excepciones en el sistema social igualitario guipuzcoano. Eso no le impidió ser durante siglos la única sede universitaria vasca, acumular monumentos o protagonizar una famosa festividad del Corpus. Estos últimos atractivos motivaron que el pintor Ignacio Zuloaga la denominara “La Toledo vasca”

Maxhinada cotra los cabelleritos






Machinada contra “los caballeritos”







Machinada: la revuelta popular contra los señoritos vascos.

En la localidad guipuzcoana de Azkoitia, el 14 de abril de 1766 unos zapateros y herreros vieron como unos caballos cargados con sacos de grano se encaminaban hacia la salida del pueblo. La visión del preciado grano salir del pueblo enfureció a los lugareños, que detuvieron a los mozos que los conducían y se enfrentaron a la autoridad cuando esta trató de hacer valer su derecho a llevarse esa mercancía; la tensión creció hasta llegar a provocar una sublevación —llamada machinada por tener similitudes a otros motines precedentes, protagonizados por matxines(obreros de ferrerías, llamadas en castellano ‘martinetes’ por operarse por personas llamadas martin)—; este motín o matxinada (el nombre original en euskara) se singularizaría por tener las más inesperadas consecuencias: no solo en Gipuzkoa si no también en el resto de la Monarquía Hispánica (Europa, América y Filipinas).
Para entender la reacción popular de la machinada conviene saber que el trigo era un alimento de primera necesidad y que entre 1761 y 1765 las malas cosechas habían duplicado su precio en todo el reino de Castilla (de 843 a 1.657 maravedís la fanega). Los ministros ilustrados de Carlos III habían reaccionado con la Real Pragmática de 12 de julio de 1765 liberalizando el comercio y eliminando la tasa de granos —que reducía la recaudación del rey y que debería conseguir rebajar los precios para el consumidor—. Pero sin llegar a comprobar los resultados prácticos en Gipuzkoa de esta norma, el pueblo vasco se opuso a ella, interpretando que la medida sólo permitiría la exportación de granos y no su importación.





La Machinada contra “los caballeritos”
Para complicar más la situación el pueblo llano suponía que los jauntxos (señoritos) —que tradicionalmente cobraban en especie los alquileres de las tierras— exportarían su grano para subir el precio y ganar aún más dinero. La machinada se propagó desde Azkoitia a la vecina Azpeitia, uniéndose al levantamiento los canteros y albañiles que trabajaban en la edificación del Santuario de Loyola. También se extendió a otras localidades de los valles del Urola y del Deba. Algunas autoridades y jauntxos huyeron a San Sebastián, mientras que otros se encerraron en sus casas.





conde peñaflorida
Conde de Peñaflorida
El 23 de abril salió de San Sebastián un contingente del ejército, acompañado del alcalde de la ciudad y de dos de los principales jauntxosde la comarca del Urola, el conde de Peñaflorida y el marqués de Narros; estos, además de figuras prestigiosas de Gipuzkoa e importantes propietarios del valle del Urola eran dirigentes de los “caballeritos de Azkoitia” (como se denominaba a los miembros de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País).





historias matxinada tercer marques narros
Tercer marqués de Narros
Conviene especificar que `la Bascongada´ era la principal entidad promotora de la introducción en España del ideario ilustrado y de las medidas liberalizadoras. Al llegar a la comarca el improvisado contingente represor no encontró prácticamente resistencia, aunque la entrada de las tropas en el santuario de Loyola —violando la inmunidad de un lugar sagrado— se hizo a pesar de la oposición de los jesuitas, que protestaron por dicho atropello.
Los jauntxos exigieron fuertes medidas represivas contra los responsables de la machinada; pero al final el corregidor de la provincia que representaba al rey sólo ordenó sesenta condenas a prisión y ninguna ejecución. Para apaciguar a la gente soliviantada y aislar socialmente a quienes habían participado en las violencias de la machinada, la diputación guipuzcoana repartió trigo hasta conseguir bajar artificialmente su precio.
En la corte se corrió el rumor de que los jesuitas habían azuzado la revuelta. Comentarios que fueron aprovechados por el confesor del rey Carlos III —enemigo de la Compañía de Jesús— y por varios ministros ilustrados, para promover el Decreto de 3 de abril de 1767 en el que se expulsaba de todos los territorios de la Monarquía Hispánica a los jesuitas. Todas las propiedades de esta orden fueron requisadas por la Corona: en España, Italia, América y Filipinas.





seminario bergara
Edificio del Seminario de Bergara
La expulsión de los jesuitas fue considerada como una oportunidad por los caballeritos de Azkoitia, que estaban buscando un edificio que les sirviera de escuela para formar a las élites del reino; por ello solicitaron al rey que les entregara alguna instalación de la orden expulsada. El 17 de agosto de 1769 el rey Carlos III concedió a los caballeritos de “La Bascongada” la posesión del edificio del seminario que tenían los jesuitas en Bergara.
Los “caballeritos” transformaron aquel lugar para la formación de jesuitas en el Real Seminario Patriótico Bascongado, una especie de escuela de negocios y tecnología a la que acudirían a estudiar jóvenes de toda la Monarquía Hispánica, acrecentando el prestigio e influencia de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País y contribuyendo a que se establecieran diversas sociedades económicas parecidas en muchas otras partes de España. Pues los alumnos que pasaron por Bergara se llevaron sus ideas y aquel ejemplo a sus ciudades de origen.
Con el probable deseo de evitar excusas para nuevas revueltas populares, los mismos terratenientes que promovieron la represión empezaron a promover una medida foral de carácter populista: evitar las rivalidades y agravios en el lujo de las vestimentas. Así, en 1776 el “caballerito” Manuel María de Aguirre escribió un discurso sobre el lujo en el que censuraba los vestidos lujosos y el empleo de elementos suntuarios que marcaran las diferencias de riqueza entre personas, una norma del igualitarismo foral vasco. La capacidad de lobby de este grupo de ilustrados tan cercano a las autoridades de Madrid y de la diputación guipuzcoana se puso pronto de manifiesto.
El 23 de abril de 1780 se publicaba en San Sebastián una Real Provisión del Supremo Consejo de Castilla por el que se aprobaba una petición realizada por tres “caballeritos” de Azkoitia, el conde de Peñaflorida, el marqués de Narros y Manuel de Altuna (este último, amigo del filósofo Rousseau): que se cumpliera la legislación prevista en los Fueros de Guipúzcoa referente a la prohibición del empleo de oro y plata en la confección de trajes.





La Machinada contra “los caballeritos”
En resumen, liberalismo en lo económico e igualitarismo en las apariencias. Los jesuitas fueron unos perfectos “cabezas de turco” de la machinada de 1766, pues “sin comerlo ni beberlo” fueron expulsados de un país y perdieron todas sus propiedades, algunas de las cuales acabaron en manos de sus enemigos.

Medieval a la vizkaia








 medieval a la vizcaína









Unos de los mejores ejemplos de democracia medieval se dio en el País Vasco en general y Vizcaya en particular. Producto de que estos territorios se vieron severamente afectados por las luchas entre bandos de caballeros que se produjeron por toda Europa entre los siglos XIII y XV. Sus nobles se agrupaban en dos grandes partidos o bandos, los oñacinos (procedentes originariamente de Guipúzcoa) y los gamboinos(inicialmente de raíces alavesas), que fueron atrayendo a prácticamente todas las familias guerreras de los tres territorios vascos.
La situación cambió cuando el rey Enrique IV de Castilla ordenó desmochar (quitar las defensas) de las torres de las familias más significadas y desterrar a muchos parientes mayores (los cabeza de los principales linajes) a la frontera de Granada. El Rey llevó a cabo su proyecto porque contaba con el apoyo de los habitantes de las poblaciones, especialmente de los burgueses, que organizaron hermandades de autodefensa y reivindicaron los usos tradicionales de toma de decisión; esto dio lugar a un sistema de gobierno asimilable a una democracia medieval.






enrique iv de castilla
Enrique IV de Castilla
El Corregidor —el representante del Señor de Vizcaya— título que recaía en el rey de Castilla desde 1379, tenía el máximo poder ejecutivo en el territorio, formando parte con otras instituciones del sistema foral. Aquella emergente democracia medieval consistía en que periódicamente, o cuando había temas urgentes que tratar, convocaba a los representantes de los pueblos para que acudieran a Juntas. En cada localidad todos los cabeza de familia que gobernaban una casa y pagaban tributos acudían al son de la campana de su iglesia a un ayuntamiento o juntamiento que por aquella época solía celebrarse en la anteiglesia —el porche o arcos de entrada— de su parroquia. Reunidos todos, votaban el nombre de la persona que iba a ejercer de apoderado de la localidad en la próxima Junta. En principio, cualquiera podía ser elegido en esta democracia pero, en la práctica solo se elegía a quienes hablaban bien el castellano —lengua en la que se realizaban las deliberaciones en Juntas—. La elección era importante ya que en las Juntas se decidían los asuntos económicos, administrativos y militares de Vizcaya. Por una parte, se establecía la cuantía de las cargas que las localidades debían de sufragar (dinero, armas, soldados, navíos …) y, por otra, el reparto de dichas cargas entre las localidades. Otro rasgo de esta democracia medieval era nombrar a los dos “diputados” —los ejecutivos que debían de llevar a cabo lo que la Junta decidiera— así como a sus cuatro suplentes, a dos escribanos que se ocuparían de la redacción de las actas y documentos, y a dos consultores letrados que les asesorarían.
Las Juntas se venían celebrando en la localidad de Guernica desde tiempo inmemorial. El corregidor solía inaugurarlas bajo un roble de esa localidad, donde recogía los poderes que los vecinos le habían dado a cada juntero.







Democracia medieval a la vizcaína
Casa de Juntas de Gernika
Las reuniones de esta emergente democracia medieval se fueron celebrando hasta bajo el roble o en alguna iglesia; Desde la inauguración en 1418 de la iglesia de Santa María la Antigua todos los participantes se dirigían a esta iglesia para asistir a una misa. A continuación se hacía la primera reunión en la que se llamaba a los procuradores por el nombre de las anteiglesias que representaban. A partir de 1833 en la Casa de Juntas construida para celebrar más cómodamente las reuniones.
Las reuniones de las Juntas podían durar unos quince días o incluso más, pues no había forma de ponerse de acuerdo. Así se le pagaba al vecino elegido un dinero por su trabajo de apoderado y por sus gastos de estancia (a menudo incluso se le encargaba ropa, para que representara a la localidad con dignidad). Los vecinos daban al juntero unas instrucciones sobre cómo actuar en su nombre: argumentos para pagar menos, sentido de las votaciones… En los frecuentes periodos de crisis económica no era raro que algunas anteiglesias fueran incapaces de reunir el dinero suficiente para enviar su propio representante a juntas por lo que solían acordar una unión con otra localidad vecina para enviar un procurador en nombre de las dos localidades.
Desde el siglo XVII, para equilibrar fuerzas entre las distintas tendencias del Señorío y evitar conflictos, las localidades de Vizcaya se agruparon en dos “parcialidades” con reminiscencias históricas y casi igual número de miembros. En 1854 había cincuenta siete poblaciones de Vizcaya denominadas “gamboinas” —los habitantes habían sido mayoritariamente de esta tendencia hasta el siglo XVI— y a cincuenta y ocho “oñacinas”. Para evitar que alguien se perpetuase en el poder y que todos contribuyeran al gobierno, los nombramientos eran ocupados rotatoriamente -un año cada uno- por los representantes de las poblaciones adscritas a cada bando. El sistema de elección de estos cargos era por insaculación
Divididos los pueblos en las mencionadas “parcialidades”, se le entregaba al apoderado de cada pueblo un caracol de plata y un papel en el que estaba escrito el nombre de su pueblo, metiéndose esta papeleta dentro del caracol. Se metían los 58 caracoles del bando oñacino en una urna y un niño iba sacando caracoles, cuyos apoderados iban quedando seleccionados como “electores”. El proceso se repetía con las caracolas del bando gamboino hasta que estaban seleccionados sus electores. Una Real Provisión de los Reyes Católicos, de 18 de febrero de 1500, reconoció la antigua costumbre de que los vizcaínos se reunieran bajo el árbol de Guernica para celebrar cada dos años.







Democracia medieval a la vizcaína
La provisión funcionó bien, confirmándose en 1510 y, de nuevo, en 1512. El sistema foral en el que se concretó aquella democracia medieval continuaría funcionando, con algunos cambios, hasta 1854. Las reuniones de Juntas continúan hoy en día, con un funcionamiento similar a las diputaciones permanentes de una provincia.